El tema sobre el “Sociedad de la Información, Comunicación y Procesos socio-educativos”, busca determinar las estrategias para cambiar los escenarios la transformación y profundos cambios que caracterizan actualmente a la sociedad, desde el enfoque de la construcción de nuevos esquemas para el diseño elaboración de la información y la producción de conocimiento, la innovación tecnológica, las nuevas modalidades de relaciones sociales en red, la cultura tecnológica, la globalización, entre otras. En este contexto, el enfoque temático se propone analizar y problematizar las mutuas implicaciones y el constante flujo de interacciones entre la información, la comunicación y los procesos socio-educativos, para tratar de culminar en la argumentación para implementar la educomunicación como mecanismo para implementar y mejorar las condiciones propias de la información actual.
Es así que se define como eje problemático sobre el manejo de la información actualmente y como las comunidades las cuales se ven expuestas mediante la complejidad que exige el enfoque interdisciplinario; de ahí que en el trabajo se articulen los aportes de la disciplina de la comunicación, la educación y otras ciencias que buscan argumentar este transcurrir de nuevos esquemas informativos que se ven actualmente.
Por lo tanto, desde los elementos propios de la investigación y desde el ejercicio de la docencia, se identifican algunas estructuras que definen las reflexiones, las observaciones, los análisis y las soluciones interdisciplinarias que se focalizan a partir de las necesidades sociales, culturales, políticas, educativas y de comunicación, relacionados con la sociedad de la información. En consecuencia, son motivo de especial preocupación los avances en las nuevas maneras de generar conocimiento científico que combinan, redefinen fronteras y dan origen a nuevas modalidades de conocimiento, de organización académica y de de intervención social.
Todo lo anterior, delimita y especifica el Eje como ámbito de formación, de investigación y de responsabilidad social, en el cual los proyectos y los seminarios se organizan según líneas de investigación y criterios de formación, sustentados por grupos de investigadores, especialmente de las Facultades de Educación, de Comunicación y Lenguaje, y de Psicología, de la Universo.
“La comunicación simbólica entre los humanos y la relación entre éstos y la naturaleza, basándose en la producción con su complemento y su consumo, la experiencia y el poder, cristaliza durante la historia en territorios específicos, con lo que genera culturas e identidades colectivas”.[1]
La producción se identifica como elemento necesario dentro del proceso natural de la sociedad, debido a que cada uno de los componentes que la constituyen, se alimenta como una estructura supuestamente única, aunque desde su interior igual a todas. Nada se compone de su esencia y nada están único, como otra; pero quizás la humanidad se desenvuelve en una serie de elementos que necesitan de su complejidad abstracta, para tratar de entender fenómenos que se ven expuestos de sus propias realidades, desde la identificación de su propia naturaleza; incorporado desde su entorno natural a la sociedad que nos ha hecho, material y simbólicamente, una parte inseparable de él. La relación entre trabajo y materia en el proceso de trabajo supone el uso de los medios de producción para actuar sobre la materia basándose en la energía, el conocimiento y la información. La tecnología es entonces la forma específica de esta relación.
La relación actual de la producción se limita a entender dos escenarios probables el consumo y el excedente. “Las estructuras sociales interactúan con los procesos de producción mediante la determinación de las reglas para la apropiación, distribución y usos del excedente”.[2]
Estas reglas constituyen el modo de producción y estos a su vez determinan el tipo de relaciones sociales definidas por su quehacer productivo dentro de la misma. Es decir un ser directamente productivo es una persona que se encuentra dentro de este esquema social, compulsivo y ecuánime. Durante los siglos XIX y gran parte del siglo XIX, el sistema de producción de la sociedad se ve expuesto al producto tangible, con una marcada separación entre los productos y sus medios de producción, la conversión del trabajo es un bien y la propiedad privada de los medios de producción como base del control del capital. Por lo tanto, una persona era productiva si hacia un producto transformado en materia prima que representaba un costo, lo cual arrojaba una adquisición de un bien que permitía tener propiedad privada.
Para finalizar el siglo XX, las estructuras de productividad han cambiado sustancialmente, pero quizás los imaginarios que mantiene el hombre, gracias a sus tradiciones, han mantenido la necesidad de creación de algo que sustente la misma productividad.
“Las relaciones sociales de producción y por tanto, el modo de producción, determinan la apropiación y usos del excedente. Una cuestión distinta pero fundamental es la cuantía de ese excedente, determinada por la productividad de un producción especifico, esto es, por la relación del valor de cada unidad de producto (output) con el valor de cada unidad de insumo (input)”. [3]
Por lo cual, cada producto tiene una incidencia dentro de la realidad contextual del individuo y esto depende de la relación entre la mano de obra y materia, como una función del empleo entre los medios de producción, donde están directamente relacionados los niveles de intervención social, la aplicabilidad de energía y su capacidad de hacer las cosas para generar el producto.
Cada modo de desarrollo posee asimismo un principio de actuación estructuralmente determinado, a cuyo alrededor se organizan los procesos tecnológicos: el industrialismo se orienta hacia el crecimiento económico, esto es, hacia la maximización del producto. Es de creer que la distribución de poder y de dinero se ve expuesta desde las actividades cotidianas que desarrollan diariamente, de la misma forma, la adquisición de propiedades privadas se adquieren por consecuencia de la dinámica del mercado que impulsa y crea necesidades que el producto subsana.